¿Cómo acaban en el hospital los adictos a la adrenalina? 

Cuando tu cuerpo detecta un peligro, libera adrenalina, una hormona que producen tus glándulas suprarrenales y que te ayuda a luchar contra un ataque, huir del lugar o escapar de una situación potencialmente peligrosa. La adrenalina te permite luchar contra un ataque, huir o escapar de una situación de peligro.

Pero un exceso de adrenalina puede tener graves consecuencias negativas, como hipertensión y ansiedad. También aumenta tu vulnerabilidad a desarrollar un feocromocitoma -un tumor suprarrenal que puede causar daños en el corazón-, una enfermedad poco frecuente pero grave.

Subidón de adrenalina

Cuando el cuerpo se enfrenta a una situación estresante, el hipotálamo del cerebro envía información a las glándulas suprarrenales y libera adrenalina. La adrenalina ayuda a prepararse para luchar o huir del peligro y permite reaccionar con rapidez y precisión. Una vez pasada la situación de peligro, los niveles de adrenalina vuelven a la normalidad. Sin embargo, las personas que experimentan subidas frecuentes de adrenalina pueden necesitar consultar a un profesional sanitario, ya que podrían provocar problemas de salud a largo plazo.

Los subidones de adrenalina hacen que el corazón lata más deprisa, elevan la tensión arterial y dan energía. Además, la adrenalina puede atenuar temporalmente la sensación de dolor, ya que hace que los vasos sanguíneos se contraigan, permitiendo un mayor flujo de sangre a los principales grupos musculares.

La adrenalina estimula el cerebro, dándole energía y estimulando las neuronas dos o tres veces más deprisa. También mejora otros sentidos, como la visión; las pupilas se dilatan para dejar pasar más luz y mejorar la visibilidad en condiciones de poca luz. Esta euforia puede persistir hasta una hora después de salir de una situación estresante.

Mantener la calma

Pruebe meditar, hacer yoga, ejercicios de respiración, reducir el consumo de cafeína y comer alimentos nutritivos para controlar estas oleadas de emociones. Una oleada de adrenalina también puede desencadenar sentimientos de ansiedad o miedo. De ahí que sea esencial mantener la calma en tu cuerpo.

Utiliza aplicaciones de meditación, escucha música relajante y habla con amigos o familiares para que te apoyen; todos estos métodos pueden ayudar a reducir estos síntomas. Es esencial recordar que un subidón de adrenalina puede volverse adictivo, lo que significa que deberías considerar limitar o detenerte si está afectando negativamente a tu vida. Además, un subidón de adrenalina podría estar causado por una enfermedad subyacente como el estrés crónico o un tumor en las glándulas suprarrenales.

Si tienes miedo a las alturas o sufres con frecuencia ataques de pánico, es hora de que consultes a tu médico sobre estos síntomas. Puede que le recete ansiolíticos o terapia y le sugiera cambiar algunos hábitos, como fumar o beber alcohol.

Respuesta de lucha o huida

Cuando te das cuenta de que existe un peligro en tu vida, la adrenalina se dispara en tu torrente sanguíneo. Esta oleada de energía le permite actuar contra el peligro o huir de él. La evolución diseñó este mecanismo natural de supervivencia para ayudarnos a protegernos de peligros potenciales.

Provoca cambios en el organismo, como un aumento del ritmo cardíaco y del flujo sanguíneo a los músculos, las alas y los ojos. La amígdala, la parte de tu cerebro que desencadena el miedo, envía señales al hipotálamo de que hay peligro en tu vida. Posteriormente, estas mismas glándulas suprarrenales liberan adrenalina en tu torrente sanguíneo.

Las glándulas suprarrenales también producen otras hormonas, como el cortisol. Sin embargo, estas hormonas glucocorticoides no provocan una respuesta fisiológica inmediata como la adrenalina; esto podría explicar por qué no siempre experimentas ese subidón de adrenalina cuando te enfrentas a un peligro real. Sin embargo, si su respuesta de lucha o huida se produce con demasiada frecuencia y en situaciones inadecuadas, esto podría indicar trastornos de ansiedad. Si éste es su caso, puede provocar problemas de salud física e inestabilidad emocional.

Lucha o huída

Puedes aprender a desactivar la respuesta de lucha o huida con estrategias de relajación y conexión a tierra. Esto puede incluir respirar profundamente varias veces, contar hasta diez y utilizar técnicas de meditación. Por ejemplo, si estás sufriendo un ataque de pánico y parece que la situación empeora, respirar profundamente puede ayudarte a relajarte. Esto es especialmente útil si el problema es seguro, como en el trabajo o en la escuela.

Es esencial recordar que la respuesta de lucha o huida es comprensible cuando nos enfrentamos a amenazas percibidas. Si te encuentras experimentando esta respuesta con demasiada frecuencia o en situaciones inadecuadas, busca ayuda profesional de salud mental para obtener un diagnóstico más detallado y desarrollar estrategias de relajación y conexión a tierra para gestionarlas mejor.

Dopamina

La dopamina es una sustancia química que actúa en diversas áreas cerebrales, desde los centros del movimiento y el aprendizaje. También desempeña un papel esencial en la memoria, la atención y las emociones. Producida por las células nerviosas (neuronas), la dopamina se une a receptores específicos como una llave que encaja en una cerradura.

La dopamina desempeña un papel integral en la vía de recompensa del cerebro, que regula hasta qué punto debemos buscar experiencias placenteras y evitar las perjudiciales. Cuando esta vía se ve alterada por el abuso de sustancias, nuestro comportamiento puede cambiar al buscar experiencias o sustancias peligrosas para sentir placer.

Este proceso puede llevar a alguien a buscar cada vez más drogas o alcohol para conseguir los mismos efectos eufóricos. A medida que aumentan los niveles de dopamina para conseguir la misma reacción, el cerebro se vuelve cada vez más sensible a esta droga, lo que aumenta la probabilidad de adicción.

Algunos individuos pueden volverse adictos a la adrenalina.

Esta adicción se desarrolla con el tiempo, a medida que el cerebro se acostumbra cada vez más a experimentar actividades de alto riesgo, como el paracaidismo o los deportes extremos.

Los investigadores han observado que los adictos a la adrenalina a menudo experimentan un intenso deseo de realizar su actividad y síntomas emocionales de abstinencia cuando dejan de participar en ella. Este comportamiento es similar al que experimentan los drogadictos y quienes han abandonado el consumo de drogas cuando dejan de abstenerse.

La adicción a la adrenalina también puede dar lugar a decisiones impulsivas, dificultades para controlar la ira y temperamento rápido. Estos comportamientos se han relacionado con la ansiedad, la depresión y otras enfermedades mentales.

Un estudio descubrió que los escaladores que dejaban abruptamente de practicar su deporte experimentaban un síndrome de abstinencia similar al de los drogadictos. Decían sentirse infelices, estresados y con picores cuando no practicaban su actividad preferida. Los científicos especulan con la posibilidad de que los adictos a la adrenalina corran un mayor riesgo de sufrir trastornos mentales como ansiedad, depresión y esquizofrenia. Estos trastornos mentales más graves requieren ayuda profesional para superarse.

Sexo

Los adictos a la adrenalina suelen dejarse llevar por los aspectos más seductores de la vida. Hacen lo que sea para animar a su pareja, pero a veces sus deseos les llevan a situaciones peligrosas.

Una de ellas es cuando las parejas intentan mantener relaciones sexuales mientras practican paracaidismo. En el programa de TLC Sex Sent Me to ER, William y Leslie contaron su extraordinaria historia en dónde intentaron hacer su propio porno amateur mientras mantenían relaciones sexuales en el aire, al saltar de un avión, lo que hizo que los espectadores se quedaran boquiabiertos.

Estos adictos a la adrenalina hacían paracaidismo para enrollarse y acabaron cayendo en picado al suelo con heridas en la cara y la ingle. El episodio, emitido el 25 de octubre de 2014, ha resurgido recientemente en Internet, dejando a muchos con la mandíbula desencajada.

Tras saltar del avión, Leslie creyó que ella y William podrían conectar en el aire. Por desgracia, William olvidó abrir correctamente su paracaídas, lo que le provocó graves lesiones faciales tras el impacto.

Riesgos sexuales

No es la primera vez que alguien acaba en urgencias tras intentar mantener relaciones sexuales mientras practica paracaidismo. Otro ejemplo: una adicta a la adrenalina saltó de un avión y sus paracaídas se enredaron, lo que provocó un accidente que la dejó con múltiples fracturas en la espalda, las piernas y los tobillos.

La respuesta general de adaptación (GAR) es una serie de reacciones físicas y psicológicas que experimenta el cuerpo humano cuando se enfrenta a un peligro. Incluye las respuestas de lucha o huida, congelación y cervatillo.

La agresión sexual es un acto delictivo cuando una persona obliga o coacciona a otra a mantener relaciones sexuales no consentidas con ella. Algunos agresores utilizan la fuerza física, mientras que otros pueden utilizar la presión emocional o psicológica para persuadir a la víctima de que mantenga dicha actividad con ellos.

Si has sido víctima de una agresión sexual, debes buscar ayuda inmediatamente. En primer lugar, llame al 911 y denuncie el incidente; alternativamente, póngase en contacto con un centro de crisis por violación o con una agencia de violencia doméstica para hablar con un consejero.

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